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domingo, 23 de enero de 2011

INTEGRANTES DE LA LEPTIC

Muchas mujeres tratan de salir adelante pero muchas de ellas no se atreven, en seguida, una muestra de aquellas que se han decidido a lograrlo.
Ahora son educadoras leptic.

MAESTRAS LEPTIC: MOTRICIDAD FINA Y GRUESA EN NIÑOS DE 3 A 4 AÑOS.

MAESTRAS LEPTIC: MOTRICIDAD FINA Y GRUESA EN NIÑOS DE 3 A 4 AÑOS.: " ¿Qué es la Motricidad Fina? La motricidad fina se inicia hacia el año y medio de edad de niño y comprende todas aquellas activi..."

MOTRICIDAD FINA Y GRUESA EN NIÑOS DE 3 A 4 AÑOS.

 
¿Qué  es la Motricidad Fina?
La motricidad fina se inicia hacia el año y medio de edad de niño y comprende todas aquellas actividades del niño que necesitan de una precisión y un elevado nivel de coordinación, se refiere a los movimientos realizados por una o varias partes del cuerpo, que no tienen una amplitud sino que son movimientos de más precisión.
Los aspectos de la motricidad fina que se pueden trabajar más tanto a nivel escolar como educativo en general, son: Coordinación viso-manual, Motricidad facial, Motricidad fonética, Motricidad gestual.
Preescolar (3-4 años).
Las tareas más delicadas que enfrentan los niños de preescolar, tales como el manejo de los cubiertos o atar las cintas de los zapatos, representan un mayor reto al que tienen con las actividades de motricidad gruesa aprendidas durante este periodo de desarrollo.
Para cuando los niños tienen tres años, muchos ya tienen control sobre el lápiz. Pueden también dibujar un círculo, aunque al tratar de dibujar una persona sus trazos son aún muy simples.
Es común que los niños de cuatro años puedan ya utilizar las tijeras, copiar formas geométricas y letras, abrocharse botones grandes, hacer objetos con plastilina de dos o tres partes. Algunos pueden escribir sus propios nombres utilizando las mayúsculas.

 MOTRICIDAD GRUESA.

La psicomotricidad es un planteamiento global de la persona, que puede ser entendida como una función del ser humano que sintetiza psiquismo y motricidad con el fin de permitir al individuo adaptarse de manera flexible y armoniosa al medio que lo rodea. Esta a lo largo del tiempo, ha establecido unos indicadores para entender el proceso del desarrollo humano, que son básicamente, la coordinación, la función tónica, la postura y el equilibrio, el control emocional, la lateralidad, la orientación espacio temporal, el esquema corporal, la organización rítmica, las praxias, la grafomotricidad, la relación con los objetos y la comunicación.
DIFERENCIA ENTRE PSICOMOTRICIDAD FINA Y GRUESA.
La psicomotricidad fina se refiere a todas aquellas acciones que el niño realiza básicamente con sus manos, a través de coordinaciones óculo-manuales, etc. Aquí está la pintura, el punzado, pegado, rasgado, uso de herramientas, coger cosas con la yema de los dedos, coger cubiertos, hilvanar, amasar, etc. Generalmente ayudan a detectar algunas carencias y condiciones físicas, como por ejemplo la debilidad en los dedos o la osteoplastía (huesos elásticos). Todos estos ejercicios son desarrollados en mesa con diversos materiales.
La psicomotricidad gruesa se refiere a aquellas acciones realizadas con la totalidad del cuerpo, coordinando desplazamientos y movimiento de las diferentes extremidades, equilibrio, y todos los sentidos. Caminar, correr, rodar, saltar, girar, deportes, expresión corporal, entre otros están en esta categoría. Si los quieres ver, sólo tienes que observar a los niños en el recreo.
 

 

viernes, 21 de enero de 2011

Trastornos del lenguaje: disfasias, dislalia y tartamudez

La mayoría de los niños van a desarrollar una compleja capacidad para el lenguaje y la comunicación a lo largo de su desarrollo. En torno a los 18 meses el niño comenzará a expresarse con palabras aisladas e irá evolucionando hasta la adolescencia, donde habrá adquirido ya, el lenguaje adulto. La adquisición del lenguaje y las habilidades de comunicación van a ser, además, fundamentales para el desarrollo de sus capacidades sociales – relaciones con el entorno – y cognitivas – atención, percepción, razonamiento y pensamiento, memoria, etc. –.
Cuando este complejo proceso de adquisición del lenguaje no se produce con normalidad hablamos de Trastornos del lenguaje en la infancia. Existen diferentes tipos de trastornos del lenguaje según el aspecto del lenguaje que se encuentre alterado:

Disfasia expresiva

Trastorno del lenguaje expresivo en el que el niño tiene dificultades con la producción del lenguaje

Disfasia comprensiva- expresiva
 
Trastorno del lenguaje mixto que supone que el niño no puede comunicarse con su entorno debido a que no entiende los mensajes y, además, no puede expresar lo que desea.
 
Transtorno fonológico o dislalia

El niño que padece disfemia tiene dificultades con la pronunciación y la articulación de los distintos sonidos de su lengua.
 
Tartamudez o disfemia

El niño con tartamudez tiene dificultades con el ritmo del lenguaje produciéndose bloqueos y repeticiones



Los Trastornos del lenguaje son más frecuentes en niños que en niñas y las dificultades en la comunicación van a aparecer en los primeros años de la vida del niño, cuando comienza a hablar. El pronóstico de este tipo de alteraciones en el lenguaje varía dependiendo de la gravedad del mismo. El diagnóstico y la intervención precoces van a ser fundamentales para conseguir un adecuado desarrollo de las capacidades del niño.
EL LENGUAJE
El lenguaje se configura como aquella forma que tienen los seres humanos para comunicarse. Se trata de un conjunto de signos, tanto orales como escritos, que a través de su significado y su relación permiten la expresión y la comunicación humana.
Otra característica del lenguaje es que éste comienza a desarrollarse y a cimentarse a partir de la gestación, y se configura según la relación del individuo con el mundo que lo rodea. De este modo, aprende a emitir, a escuchar y a comprender ciertos sonidos y no otros, planificando aquello que se pretende comunicar de una manera absolutamente particular.
Como bien sabemos existen muchos lenguajes diferentes, con lo que nos referimos a la diversidad de idiomas que existen alrededor del mundo.



a) Del nacimiento al mes y dos meses de edad
Desde que nace hasta más o menos, el final, del primer mes, la única expresión que se oye del bebé es el llanto, que es la primera manifestación sonora puramente mecánica o refleja y, como tal, indiferenciada en cuanto al tono, sea cual fuere la razón de su estado.
Con el llanto, el bebé pone en funcionamiento el aparato fonador, permitiéndole también la necesaria oxigenación de la sangre y el establecimiento de la respiración normal.
Pasando este período, por lo general al inicio del segundo mes, el llanto ya no es un fenómeno o manifestación mecánica e indiferenciada, sino que el tono del sonido cambia con el contenido afectivo del dolor, el hambre u otra molestia; es decir, la variación de la tonalidad está relacionada con el estado de bienestar o malestar del bebé. Con, el llanto el bebé logra comunicar sus necesidades al mundo que le rodea y, como se da cuenta de que gracias al llanto sus necesidades son satisfechas, lo usará voluntariamente, ya no siendo entonces un mero reflejo o sonido indiferenciado.
De esa manera el bebé va comunicándose con su entorno próximo, especialmente con su madre, comprendiendo cada vez mejor lo que ésta le comunica, aunque sea incapaz de expresarlo.

b) De tres a cuatro meses de edad

Al inicio del tercer mes el bebé produce vagidos, sonidos guturales y vocálicos que duran de 15 a 20 segundos. Responde a sonidos humanos mediante la sonrisa y, a veces, con arrullo o murmullo. Aquí la forma característica del grito del bebé puede ser una llamada expresiva relacionada con alguna necesidad, tal como el grito de incomodidad.
A esta edad ya distingue entre los sonidos: /pa/, /ma/, /ba/, /ga/. Sus vocalizaciones ya pueden mostrar alegría; sus manifestaciones de placer las expresa mediante consonantes guturales "ga.ga", "gu.gu", "ja.ja", mientras que su displacer mediante consonantes nasalizadas como "nga", "nga".
El bebé sabe distinguir, también, las entonaciones afectivas, reaccionando con alegría, sorpresa o temor ante el tono de voz, especialmente de sus padres.
A los tres meses aparece el balbuceo o lalación, que consiste en la emisión de sonidos mediante redoblamiento de sílabas como "ma...ma", "ta...ta" y otras.
El interés del niño por las personas, así como su comunicación, que estaba limitada únicamente a lo afectivo durante el 2do. y 3er. mes de vida, comienza a ampliarse hacia los objetos entre el 3er. y 4to. mes.

c) De cinco a seis meses de edad
El balbuceo o primer intento de comunicación que apareció alrededor de los tres meses de edad, se extiende hasta el octavo o noveno mes, progresando en el quinto y sexto mes hacia aquello que se denomina "imitación de sonidos". Esto comienza en forma de autoimitaciones de los sonidos que el mismo niño produce (reacción circular). Más tarde empieza a repetir sonidos que el adulto u otro niño produce.
En esta edad se dan estructuras de entonación claramente discernibles en ciertas vocalizaciones en las que pone énfasis y emoción. Las primeras emisiones vocálicas son realizaciones fonéticas que aparecen en el siguiente orden:
 /a/ y variantes próximas al fonema /e/, aunque antes suelen emitir sonidos similares a /oe/  Posteriormente aparece la /o/ y  Finalmente la /i/, /u/.
Los sonidos de las consonantes aparecen posteriormente en el orden siguiente:
Labiales: p (pa-pa), m (ma-ma), b (ba-ba)
Dentales: d (da-da), t (ta-ta)
Velopalatales: g (ga-ga), j (ja-ja)

d) De los siete a los ocho meses de edad

Hasta los 6 ó 7 meses el niño se encuentra como "polarizado", vigilante y pendiente del adulto. Pero, el mismo niño que inició el contacto con el adulto mediante señales de llamada (gestos), cambia notablemente a partir de los 7 u 8 meses debido al desarrollo de sus habilidades motoras y posturales, "abandonando" un poco al adulto, iniciando su autoafirmación, basado en los logros que obtiene con su nueva capacidad exploratoria, tanto en su propio cuerpo como en los elementos próximos a su entorno.
En esta edad el niño realiza múltiples vocalizaciones espontáneas, tanto vocálicas como consonánticas y hasta sílabas y diptongos. Estas vocalizaciones próximas a la palabra, son las que conducirán pronto al niño a emitir sus primeras palabras. Aquí las vocalizaciones alternantes entre la madre y niño, permitirán el acceso temprano al lenguaje.

e) De los nueve a los diez meses de edad

En esta subetapa puede que el niño empiece realmente a decir palabras cortas, pero normalmente esto no es más que la repetición de lo que dicen los demás, pues es todavía imitación. Aquí las respuestas del niño son ajustes diferenciales entre la muestra y la expresión de los interlocutores que entran en relación con él, mostrando de una manera patente la comprensión de algunas palabras y/o expresiones aisladas.
El niño muestra especial interés por imitar gestos y sonidos y por comunicarse, lo cual le induce a aprender rápidamente el lenguaje. Esto hace que se entregue a repeticiones espontáneas que suelen ser reforzadas por los padres, quienes también imitan y repiten varias veces con él.
Estos hechos hacen que sus vocalizaciones sean mucho más variadas, contando en su repertorio con tres a cinco palabras articuladas. Pero, dado que el pequeño no dispone todavía de la aptitud necesaria para la expresión oral, se ve obligado a simplificar el lenguaje adulto. Así por ejemplo, la expresión "pa...a" del niño, señalando con su mano la panera, corresponde a la frase: "Dame pan, mamá", la misma que irá superando progresivamente.

f) De los once a doce meses de edad

El niño de 11 meses cuenta en su repertorio lingüístico con más de cinco palabras. En esta edad el niño emplea idénticas palabras que el adulto, pero no les atribuye el mismo significado. Sin embargo, a medida que va progresando en este proceso, los significados que va atribuyendo a las palabras se van aproximando a los significados atribuidos por el adulto.
Síntesis de un segmento o trozo del habla adulta: "caca" para decir: "mamá, dame bacín".
Sustitución: dice "topa" en vez de decir "sopa".
Sustituye la fricativa /s/ por la oclusiva /t/, que es más fácil de articular.
Supresión: dice ".opa" en vez de "sopa".

Por: Maria Guadalupe Camara


jueves, 20 de enero de 2011

Los niños con el trastorno de desafío y oposición

Todos los niños demuestran oposición de vez en cuando, particularmente cuando están cansados, hambrientos, con estrés o alterados. Ellos pueden argumentar, contestar, desobedecer y desafiar a los padres, maestros y otros adultos.
Es frecuente en el salón de clases y como docentes encontrarnos con uno o varios niños que presentan constante desafío y oposición, por ello es importante definir, pero sobre todo saber distinguir este trastorno y no confundirlo con un estado pasajero del niño.
El comportamiento de oposición es a menudo una parte normal del desarrollo de los niños de dos o tres años y cuando llegan a la adolescencia. Sin embargo, el comportamiento de falta de cooperación y hostilidad se convierte en un asunto serio cuando es tan frecuente y consistente que sobresale al ser comparado con el de otros niños de la misma edad y nivel de desarrollo y cuando afecta la vida social, familiar y académica del niño.
En los niños con un trastorno de desafío y oposición, hay un patrón de falta de cooperación, desafío y comportamiento hostil en curso hacia la figuras de autoridad que interfiere seriamente con el funcionamiento diario del niño.

Los síntomas del TDO pueden incluir:

  • rabietas frecuentes
  • discutir excesivamente con los adultos
  • desafío activo y negación a cumplir con lo que los adultos le piden que haga y a las reglas
  • intentos deliberados de molestar y fastidiar a la gente
  • culpar a otros por sus propios errores y mal comportamiento a menudo ponerse quisquilloso o enfadarse fácilmente con otros
  • irritación frecuente y resentimiento
  • usar palabras hirientes y odiosas cuando está alterado
  • buscar vengarse.
Los síntomas se pueden usualmente ver en múltiples situaciones, pero pueden ser más evidentes en el hogar o en la escuela. Las causas del TDO se desconocen, pero muchos padres informan que su niño con TDO era más rígido y demandante que sus hermanos desde su temprana edad.
Factores biológicos y del ambiente pueden jugar un papel determinante.
Es importante buscar otros desórdenes que puedan estar presentes, tales como: el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), problemas con el aprendizaje, desórdenes del humor (depresión, desorden bipolar) y desórdenes de ansiedad. Puede que sea difícil mejorar los síntomas del TDO sin tratar el trastorno Los coexistente. Algunos niños pueden llegar a desarrollar lo que se conoce como trastorno de la conducta.
El tratamiento del TDO puede incluir en el salon de clases comenzar con el autocontrol del niño, en el cual, el niño aprende a autocontrolar sus emociones y su enojo. Cuando es diagnosticado un TDO, son eficientes para su tratamiento: programas de adiestramiento a los padres para ayudarlos a que sepan manejar el comportamiento del niño, psicoterapia individual para que el niño desarrolle un control más efectivo del coraje, psicoterapia familiar para mejorar la comunicación, terapia cognoscitiva de comportamiento para asistir en la solución de los problemas y disminuir la negatividad, entrenamiento en las destrezas sociales para aumentar la flexibilidad y mejorar la tolerancia de la frustración con sus pares.
Tratar con un niño con TDO puede ser muy difícil para los padres. Estos padres necesitan respaldo y conocimiento.
De igual forma ayudar a los padres de familia dando algunas recomendaciones como las que se enuncian:

Los padres pueden ayudar a su niño con TDO de las siguientes maneras:

  • Siempre edifique en lo positivo, elogie y refuerce positivamente al niño cuando demuestre flexibilidad y cooperación.
  • Use tiempos de descanso (time-outs) auto-impuestos si usted va a hacer que el conflicto con el niño se empeore en vez de mejorarse. Esto es ser un buen modelo para su niño. Respalde a su niño si él decide que va a usar un tiempo de descanso (time-out) auto-impuesto para evitar sobre reaccionar.
  • Escoja sus luchas. Ya que su niño con TDO tiene problemas evitando las luchas por el poder, establezca prioridades en las cosas que usted quiere que su hijo haga. Si usted le da un tiempo de descanso en su cuarto por su mal comportamiento, Dígale "tu tiempo comienza cuando tú te vayas a tu cuarto".
  • Establezca límites razonables y apropiados, con consecuencias que puedan aplicarse consistentemente.
  • Mantenga otros intereses que no sea su hijo con TDO, de manera que controlar a su niño no le tome todo su tiempo y energía. Trate de trabajar con y obtener el respaldo de otros adultos.
Por: Martha Beatriz Pacheco Lopez

miércoles, 19 de enero de 2011

JUEGO.

La importancia del juego en los niños en
etapa preescolar.
El juego es una forma especial de entrar en contacto con el mundo, de practicar y de mejorar sus habilidades, y es una constante en todas las culturas, con el mejoran  todos los aspectos del desarrollo del  preescolar.
El juego satisface muchas necesidades en la vida del niño: ser estimulado y divertirse, expresar su exuberancia natural, vivir el cambio por su valor intrínseco, satisfacer la curiosidad, explorar y experimentar en condiciones no arriesgadas. Favorece el crecimiento de las capacidades sensoriales-perceptuales y las habilidades físicas, al mismo tiempo que ofrece oportunidades infinitas de ejercitar y ampliar las habilidades intelectuales. El juego es una conducta que se realiza por mero placer, el niño o los niños lo escogen, exigen que participen de manera activa y se relaciona con otros aspectos de la vida -es decir-, propicia el desarrollo social y mejora la creatividad.
El juego favorece el desarrollo cognoscitivo porque brinda al niño la oportunidad de explorar los objetos físicos y que conozca mejor algunos conceptos como tamaño, forma y textura.
Las actividades lúdicas de niños de varios grupos estimulan la adquisición de nuevas formas de pensar y de resolver problemas.
TIPOS DE JUEGO:
 Las formas en que juega el niño cambian a lo largo de su desarrollo. Los preescolares de corta edad juegan con otros niños, hablan de actividades conocidas, prestan juguetes y los obtienen prestados. Pero su juego es azaroso y no incluye el establecimiento de reglas. Los de mayor edad juegan juntos y se ayudan en actividades orientadas a una meta. Al niño preescolar le gusta construir y crear cosas con los objetos, asumir roles y usar accesorios.
Cada clase de juego posee características y funciones especiales;
JUEGO SENSORIAL: Le enseña al niño los hechos esenciales de su cuerpo y las cualidades del ambiente; chapotear, golpear botes, arrancar los pétalos de las flores con el único fin de conocer nuevos sonidos, sabores, olores y texturas.
JUEGO DE MOVIMIENTO: Lo inician a menudo un adulto o un niño mayor, de manera que es una de las experiencias sociales más tempranas. Correr, saltar, dar vueltas y hacer cabriolas son algunas de las infinitas formas de juego de movimiento que se disfrutan por sí mismas además de ser un juego emocionante y estimulante permite al niño ejercitar la coordinación corporal.
JUEGO BRUSCO: Los padres de familia y los profesores tratan de desalentar el juego brusco y de luchas simuladas que tanto les gustan a los niños. Procuran reducir la agresión y los pleitos reales entre ellos. Pero se trata de un juego, no de una lucha verdadera. Proporciona algunos beneficios si no se rebasa ciertos límites; ofrece la oportunidad de hacer ejercicio y de liberar energía, además ayuda a los niños a aprender a controlar los sentimientos y los impulsos y a evitar conductas inapropiadas en los grupos, Sirve también para que aprendan a distinguir entre lo que se simula y la realidad. Esta forma de juego es más común entre los varones que entre las niñas.
JUEGO CON LENGUAJE: Los niños se concentran en el lenguaje como tal, manipulando sus sonidos, sus patrones y sus significados para divertirse. El juego con el lenguaje permite a los niños ejercitarse en el dominio de la gramática y en las palabras que van a aprender. Los niños mayores emplean el lenguaje para organizar sus juegos.
JUEGO DRAMÁTICO: Consiste en representar roles o imitar modelos; jugar a la casita; imitar a papá o mamá que se dirige al trabajo; simular que es una enfermera, un astronauta o un conductor de camión. Este tipo de juego no solo exige imitar patrones enteros de conducta, sino también mucha fantasía y formas originales de interacción.
JUEGOS, RITUALES Y JUEGO COMPETITIVO: A medida que crece el niño, su juego adquiere reglas y metas específicas. El niño decide tomar turnos, establece normas respecto a lo que se permite o no y disfruta de situaciones en las que se gana y se pierde.
Estos juegos les ayudan a entender la causalidad así como  comprender las consecuencias de varias acciones, la roña, escondidas etc.
J IMPORTANTE J
Jugar, es la forma en que los niños desarrollan cimientos para la vida, es importante dejarlos aprender y explorar.
Asegúrese de que el niño disponga de una amplia variedad de materiales. Ni los materiales ni los juegos tienen que ser caros.
Tenga a mano libros, crayones, lápices, marcadores, papel, bloques u otros juguetes para construir, así como también música y la oportunidad de jugar al aire libre y con otros niños.

















Autor: María del Rosario Castillo Pantoja

características de niños de 3 a 4 años. María Elena Cortés López

Entramos en la etapa pre-escolar, donde los niños querrán hacerlo todo por sí mismos; están ansiosos por aprender. Son independientes y querrán establecerse separados de sus padres.  Surgirán los temores a lugares desconocidos y a experiencias nuevas. Un periodo con numerosos cambios donde os pondrán a prueba una y otra vez.
CARACTERÍSTICAS DE NIÑOS DE 3 A 4 AÑOS
Entre los 3 y los 4  años los niños empiezan a ser más libres y autosuficientes, pues ya no dependen tanto de la madre o de quien les cuidaba anteriormente. Son capaces de dominar mejor el propio cuerpo, comen solos, corren, saltan y controlan su producción de cacas y pipis. ¡Y eso es una verdadera expresión de autodominio! ¡Qué maravilla! Ya puedan lanzarse a nuevas aventuras y es lo que hacen. Son edades divertidísimas y movidísimas, por lo que es común ver escenas en las cuales hay un niño que esta corriendo, saltando y explorando todo lo que ve, seguido de adultos “cansados” que van corriendo detrás de él intentando protegerlo de tanta autosuficiencia. En esta fase el niño esta aprendiendo a orientar su cuerpo en el espacio. Por ello son bienvenidas todas las actividades lúdicas y juegos corporales que estimulen el movimiento psicomotor.

Es en esta fase que los circuitos neuronales lingüísticos comienzan a madurar. Realizar un conjunto de actividades basadas en el diálogo, la expresión y la utilización de distintos lenguajes será seguramente un trabajo que modificará sensiblemente la calidad de la relación del niño con su pensamiento y, consecuentemente, con él mismo y con el mundo.

Presentamos una lista de 19 habilidades de pensamiento, recordando que esa lista no es exhaustiva sólo incluye algunas de las habilidades que ayudan a desarrollar el pensamiento creativo de los niños de 3 y 4 años y que están clasificadas en cinco grandes grupos:

Habilidades de
Percepción
Habilidades
De
investigación
Habilidades
de
conceptualización
Habilidades
de
razonamiento
Habilidades de
Traducción

1.Observar
2.Escuchar atentamente
3.Saborear/ degustar
4.Oler
5.Tocar
6.Percibir movimientos (cinestesia)
7.Conectar sensaciones (sinestesia)

1.Buscar alternativas

2.Imaginar


1. Formular conceptos precisos
2. Dar ejemplos y contra-ejemplos
3.Agrupar y clasificar
4. Comparar y contrastar


1.Razonar analógicamente

2.Relacionar  partes y todo



1.Narrar y describir

2.Interpretar

3.Improvisar

4.Traducir varios lenguajes entre si


HABILIDADES DE PERCEPCIÓN

Los niños de 3-4 años lo tocan todo, lo huelen todo, miran, escuchan con atención porque quieren saberlo todo. También están desarrollando la percepción de formas y colores, lo que significa que cuánto más sean estimulados en esa dirección mejor podrán desarrollar su inteligencia perceptiva, su sensibilidad y su interacción con el entorno. Y es por eso que proponemos que desde la escuela se haga un trabajo que estimule ese grupo de habilidades de pensamiento que llamamos de PERCEPTIVAS:  observar, escuchar atentamente, saborear/degustar, oler, tocar, percibir movimientos (cinestesia), conectar sensaciones (sinestesia).
HABILIDADES DE INVESTIGACIÓN

Los niños de 3-4 años tienen una curiosidad desbordante absorben todo como si fueran esponjas. Investigan, desmontan, preguntan constantemente, son investigadores potentes. Y desde la perspectiva de la investigación creativa están en su mejor momento ya que los niños de esta edad tienen imaginación desbordante y fantasean todo tipo de aventuras. Es la edad ideal para estimular las siguientes habilidades de investigación: buscar alternativas y imaginar

HABILIDADES DE CONCEPTUALIZACIÓN
Los niños de 3-4 años están ampliando su vocabulario mientras amplían su comprensión de si mismos y de su entorno. Están en la fase de querer saber “qué es eso o aquello”, lo que significa que están muy interesados en formular conceptos. Y para tanto buscan dar ejemplos, agrupar, clasificar, comparar, contrastar. Por eso se propone que esas sean las habilidades de conceptualización trabajadas con ellos.
HABILIDADES DE RAZONAMIENTO
Con los niños de 3-4 años es necesario potenciar dos importantes habilidades de razonamiento ya que queremos que ellos desarrollen su pensar creativo: razonar analógicamente y relacionar  partes y todo.

HABILIDADES DE TRADUCCIÓN

Como la expresión corporal y la verbal son cotidianas en la vida de los niños de 3-4 años, se deben aprovechar todas las ocasiones posibles para traducir significados de un campo a otro. Algunos de ellos tendrán más facilidad para mostrar ideas y sentimientos a partir de gestos, otros no, ya que son de natural menos expresivos en ese campo. Mas, el cuerpo habla y todos nosotros expresamos muchos mensajes  a través de nuestros gestos, así como estamos constantemente decodificando los mensajes que nos llegan de los cuerpos de los demás. Y esa es una buena razón para estimular que los niños hagan esa traducción. El tránsito entre el leguaje escrito/oral y el lenguaje plástico es fundamental para el desarrollo de ambas formas de expresión. Y mejorar ese “tránsito” es algo muy importante desde el punto de vista de la eficiencia cognitiva y existencial ya que nos encontramos ante interpretaciones significativas y lecturas del mundo. Dibujos, colages, modelaje y pinturas son manifestaciones del mundo interior y pueden ayudar a mostrar pensamientos y sentimientos que sean difíciles de verbalizar. Es fundamental permitir a los niños que desarrollen sus capacidades expresivas en ese campo y que hagan las distintas traducciones entre todos los lenguajes entre si.

Las habilidades de traducción que son importantes para ser potenciadas en esa edad son: narrar y describir, interpretar, improvisar, traducir varios lenguajes entre si.

Sobre el desarrollo de actitudes éticas con niños de 3-4 años
Las actitudes son entendidas aquí como hábitos a fomentar que pueden cambiar el comportamiento y las acciones. Se trata de desarrollar una posición vital, una disposición para actuar de determinada manera, “manera” que tiene que ver con el autoconocimiento y la convivencia con los demás. Teniendo en cuenta estas consideraciones y la edad de los niños, se proponen desarrollar las siguientes actitudes:

Percibirse a si mismo y proyectar un YO ideal
Evidentemente esta expresión “proyección del yo ideal” suena demasiado para niños tan pequeños, pero hay que adecuar lo que se está diciendo a lo que se puede lograr con ellos. Se trata de estimularlos a descubrir quién son, mientras aprenden a preguntarse quién quiere ser. Por ejemplo: si se ven a si mismos muy “movidos”, la cuestión es ayudarlos a ver si les gustan ser así y si quieren seguir siendo así. Pero no se trata de forzar nada, sino de matizar la percepción de uno mismo con esta importante actitud de imaginación ética que es la proyección del yo ideal.

A los 4 años, ya pueden elegir sus juegos y escoger su ropa y estos son buenos momentos para que se conozcan a si mismos y imaginen quién quieren ser. A través de los juegos y las actividades lúdicas los niños podrán experimentar esa autopercepción y proyección de la que hablamos. Hay que recordar que en esta etapa se automatizan hábitos, lo que significa repetir actividades, que en este caso serán de autopercepción, autoconocimiento y proyección (imaginación del yo que les gustaría ser). Trabajar con esta actitud ética como un hábito a ser formado es muy importante. Ojalá cada adulto de hoy hubiera podido tener como hábito, desde niños la autopercepción, el autoconocimiento y la proyección de si mismo.
Aceptar al otro  y empatizar con él (ponerse en su lugar)
Evidentemente los niños de 3 y 4 años tienen mucha dificultad de ponerse en el lugar del otro. Incluso según distintas líneas de la psicología del desarrollo, eso es algo imposible para ellos, ya que están en plena fase egocéntrica. Pero, como estamos en la línea de estimular algunas actitudes para poder formar hábitos éticos, podemos pensar que se trata de crear entornos sociales para que ellos pueden ejercitar esta capacidad de ponerse en el lugar del otro cada día, poquito a poquito, sin forzarlo, pero señalando claramente que esto es algo importante para ir desarrollando.
Respetar, criticar y crear reglas
Las reglas son el resultado del pacto entre los humanos que pretenden convivir y compartir un mismo espacio y un mismo tiempo. Sin las reglas, la colectividad se queda sin parámetros, sin referencias, sin pautas de convivencia. Sin duda alguna aprender a respetar las reglas, normas y leyes existentes es una actitud ética importante, más también, lo es aprender a criticarlas y ver hasta qué punto son adecuadas. Igualmente es importante aprender a crear nuevas reglas, normas y leyes  para las nuevas y constantes mutaciones de la vida colectiva.

Con niños tan pequeños hay que ir poco a poco. Se puede empezar con cosas muy básicas de la convivencia en clase, como por ejemplo: reglas para recoger los juguetes, para utilizar material compartido, para seguir los ritmos y los horarios comunes. Con los niños de 4 años seguramente ya se podrá preguntar qué tipo de reglas quieren proponer. Pero, evidentemente, indicar eso no significa decir a los profesores que salgan de su posición de autoridad, que es algo incuestionable y necesario. Pero esa autoridad no implica una no participación de los niños en la creación de reglas.


Finalizando
Afrontar la complejidad del siglo XXI, entre otras cosas, es buscar respuestas para la educación de las nuevas generaciones. Seguramente ese siglo que nació envuelto en tantos acontecimientos desafiantes pide nuevas generaciones mas capaces de actuar éticamente y de pensar creativamente.

El educador de niños de 3 y 4 años debe tener presente que realiza un trabajo propedéutico, previo, de base. Es como preparar el terreno para la siembra. Pero, como se sabe, las simientes cuando están germinando bajo tierra son invisibles. Por lo tanto, no se puede esperar ver flores y frutos, aunque no se debe olvidar que ese trabajo invisible de la simiente genera la posterior aparición de la flor. O sea, cuanto menor sea el niño, menos podrán verse resultados inmediatos del trabajo realizado con habilidades de pensamiento creativo, valores y actitudes éticas. Esto no significa que no esté ocurriendo nada. Lo que el educador necesita recordar es que estará interfiriendo a nivel estructural, ayudando a los niños a que formen su base cognitiva y moral de forma más intencional, consciente y cualitativa.
¡Lo que no se puede olvidar es que es una edad bellísima para disfrutar con ellos y aprender de ellos esa actitud de intensa curiosidad y búsqueda de aprender! Son como girasoles buscando al sol...

Referencia bibliográfica:

SÁTIRO, Angélica. Jugar a Pensar con niños de 3-4 años – Barcelona: Octaedro, 2004